En la última década se ha venido observando con preocupación los procesos de erosión e inestabilidad costera, de los cuales son objeto las playas localizadas en la línea litoral del noroccidente del Departamento del Atlántico. Por tal razón la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, decidió aunar esfuerzos con la Universidad del Magdalena a través de su Grupo Integrado de Ingeniería Civil (GIIC), para adelantar los estudios técnicos y los diseños de las estructuras de estabilización a las que haya lugar.

En este sentido, la Universidad del Magdalena adelantó un estudio de estabilizacion costera en las playas de los Municipios de Juan de Acosta, Tubará y Piojó, en el cual se pudo establecer, mediante la utilización de modelos costeros computacionales, cuáles de las playas comprendidas en la zona, presentaban problemas específicos de erosión o sedimentación.

En proyecto permitió presentar alternativas a la Corporación para controlar dichos fenómenos y lograr estabilizar las playas. El proyecto comprende la ejecución de los estudios y el diseño de las estructuras de estabilización costera requeridas en las playas comprendidas entre el sector de Morro Hermoso y el límite con el Departamento de Bolívar, específicamente las playas de Santa Verónica y Bocatocino en el Municipio de Juan de Acosta, Puerto Velero, Caño Dulce y Tuburá en el Municipio de Tubará y la playa de Astilleros en el Municipio de Piojó.

Con base en dichos estudios, culminados en el 2011, Alberto Escolar, Director de la C.R.A, explicó que “Nosotros formulamos el proyecto de estabilización de playas, son 20 espolones que se construirían desde Punta Astilleros hasta Puerto Colombia, ya está en Bogotá, para acceder al presupuesto nacional, son 38 mil de pesos”.

Para adelantar la fase de construcción, es requisito la elaboración de estudio de impacto ambiental, que permita establecer a ciencia cierta los impactos que sobre el medio ambiente que tendrán estas estructuras en su fase de construcción y funcionamiento. De igual manera se deberá contar con un Plan de Manejo Ambiental que permita la prevención, mitigación o manejo de los impactos negativos que sobre el ambiente tendrán las fases de construcción y funcionamiento de las estructuras de estabilización costera.