“Palmar de Tití”, es la cuarta área protegida en el Atlántico.
Ya son 5.536 hectáreas declaradas en el Departamento.
En cumplimiento los propósitos de ampliar las áreas de conservación y restauración del ecosistema de bosque seco tropical y así asegurar la sobrevivencia de la especie Tití Cabecicblanco, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA), en alianza con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Gobernación del Atlántico, declararon el “Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) “Palmar del Tití”, una superficie de 2.622 hectáreas, comprendidas entre los municipios de Luruaco y Piojó, Atlántico, convirtiéndose en la cuarta área protegida de esta zona del país.
El tití cabeciblanco, se ha convertido en una especie sombrilla para la conservación de la diversidad de los bosques secos tropicales, ya que éstos son su único hábitat, por lo cual se han generado alianzas con el Instituto Alexander Von Humboldt, Fundación Ecosistemas Secos de Colombia, Fundación Proyecto Titi, Parques Nacionales y el departamento de Bolívar, como un fundamental para lograr este propósito de ampliar las áreas de conservación para la restauración del ecosistema y de la especie.
La nueva área, está compuesta por 47 predios y colinda al occidente con el Parque Natural Regional Los Rosales, al oriente con un tramo de la Troncal Vial Hibacharo – Palmar de Candelaria, al sur oriente con el centro poblado del corregimiento de San Juan de Tocagua y la Laguna de San Juan de Tocagua; al norte con la Ciénaga del Totumo y al sur con un tramo de la Troncal Vial del Caribe.
La declaratoria del “Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) “Palmar del Tití”, tiene como finalidad proteger el hábitat de especies en peligro de extinción, promover el uso sostenible de las especies de fauna y flora, de aves acuáticas y su hábitat, garantizando la sostenibilidad de los bienes y servicios eco sistémicos del área.
Alberto Escolar Vega, director de la Corporación, asegura que “La constitución de áreas protegidas debidamente concertadas y manejadas se convierte en una de las soluciones más viables para la conservación de la biodiversidad de las zonas boscosas”. Por ello, reitera que la caracterización y planificación de áreas para la conservación sigue siendo uno de los principales frentes a impulsar en el Atlántico y así se establece en el Plan de Acción Trienal (PAT 2012 – 2015 y 2016 – 2019), a través del programa de Áreas Protegidas.
Especies de fauna y flora protegidas
“El Palmar del Tití” contiene una estructura y composición de la vegetación presente en el área de influencia y está dominada por especies vegetales del bosque seco tropical, donde se registran 167 especies vegetales, pertenecientes a 146 géneros y 55 familias, entre las especies más representativas se encuentran la Ceiba Bonga (Ceiba Pentandra), Indio Encuero (Bursera Simaruba), Guacamayo (Albizia niopoides), entre otras.
También se encuentran especies de plantas consideradas dentro de las categorías de amenaza en Colombia como Carreto (Aspidosperma polyneuron), un árbol maderable que se encuentra en Peligro; Calabacillo (Belencita nemorosa); Guayacán (Bulnesia arborea), Macondo (Cavanillesia platanifolia); - Palma de corozo (Elaeis oleífera) y Ceiba roja (Pachira quinata).
En cuanto a la composición de la fauna, se registraron 13 especies de anfibios, agrupadas en cinco familias y nueve géneros. La familia más abundante fue Hylidae con el 45.45% de las especies, seguida de Leptodactylidae con el 27.27%.
Para los reptiles se registraron 22 especies, agrupadas en 11 familias y 21 géneros. La familia más abundante fue Colubridae con el 31,82% de las especies y las aves registraron 117 especies, agrupadas en 42 familias y 105 géneros. Por último, los mamíferos registraron 31 especies de mamíferos, agrupados en 20 familia, y 26 géneros.
Avances en declaratoria de áreas protegidas
La Corporación, definió las prioridades para la selección de áreas protegidas (AP), generando así el establecimiento de tres en el Departamento, desde el año 2010, logrando una cobertura de 2.913 ha bajo una figura de protección, que son Luriza (Usiacurí), Rosales (Luruaco) y Palomar (Piojó), a las que se suman las 2.622,15 ha del “Palmar del Tití,” conservando así 5.536 ha en total, que aumentan la conectividad del bosque seco tropical y por consiguiente asegura la viabilidad de los servicios ecosistémicos brindados por el bosque.
Actualmente, el Parque Natural Regional Los Rosales cuenta con una extensión 1304 hectáreas destinadas a la conservación de este ecosistema, que alberga al mono titi, especie considerada endémica de los bosques tropicales del Caribe colombiano, además de importantes especies de fauna silvestre que allí se encuentran.
Bosque seco tropical
En Colombia, el bosque seco es el ecosistema menos representado en la totalidad de los Parques Nacionales Naturales del país. La declaratoria de nuevas áreas públicas y privadas y el fortalecimiento de las existentes que garanticen su conservación efectiva es una prioridad en Colombia y el mundo. Esfuerzos anteriores, han sido en vano ya que aproximadamente el 43% de las áreas protegidas que se generaron en el Caribe colombiano entre 1977 y 1983 se han perdido. Según la Corporación, esta situación es más crítica en los departamentos de Bolívar y Atlántico donde se reporta la mayor pérdida de este hábitat.
A pesar de que en los últimos años el departamento del Atlántico ha fortalecido significativamente su Sistema Departamental de Áreas Protegidas-SIDAP- con la declaratoria, por parte de la C.R.A, de tres áreas protegidas de carácter regional. Sin embargo, el Caribe en general enfrenta todavía graves necesidades en materia de conservación y protección de los recursos naturales y la ausencia de áreas destinadas para la conservación del bosque seco tropical.
Tras la identificación de territorios para la conservación, la CRA cuenta con más de quince zonas potenciales de conservación y con tres áreas declaradas en el departamento del Atlántico, bajo las categorías expuestas en el decreto 2372 del 2010, las cuales suman 2.913 hectáreas de bosque seco tropical uno de los objetivos de conservación de la CRA.