-  Alcaldes municipales deben prestar mayor apoyo

 

Con la utilización de sonómetros de alta tecnología y un plan de capacitación a funcionarios municipales la Corporación Autónoma Regional del Atlántico CRA ha incrementado en un 80% la atención a las quejas que por contaminación sonora se presentan en los diferentes municipios del departamento.

 

Según estadísticas que maneja el Centro de Reacción y Atención Ambiental Inmediata CRIA, adscrito a la Corporación,  se evidencia un incremento en la atención de quejas por causa de las emisiones sonoras que atentan contra el ambiente y la tranquilidad de los ciudadanos. Para la CRA, es prioridad atender esta problemática y buscar una solución de manera interinstitucional, ya que se debe velar para que los ciudadanos vivan en un ambiente de sano.

 

Estas cifras son claras en indicar que el aumento se viene dando por la falta de conocimiento en el manejo de la normatividad por parte de los entes territoriales, que son en primera instancia quienes ejercen la autoridad para controlar este tipo de problemáticas, lo que está derivando en la afectación a la comunidad por las altas emisiones de ruido que manejan algunos establecimientos comerciales y particulares.

 

Para ello, la autoridad ambiental viene fortaleciendo el trabajo de socialización con los entes territoriales en el Atlántico, a través de talleres, donde se involucra los Secretarios de Gobierno y Planeación, quienes son los responsables de autorizar los permisos de uso del suelo y que las estructuras de los establecimientos cuenten con paredes insonorizadas, así como los Inspectores de Policía de los diferentes municipios, para desarrollar una estrategia  de educación  ambiental  que permita el fortalecimiento en la gestión de los municipios sobre el control del ruido ambiental.

 

Los municipios deben velar por el cumplimiento de la Ley 232 de 1995, en su artículo 2, no solo con respecto al uso del suelo, sino también a la intensidad auditiva que emiten los equipos de un establecimiento, según los cuales “deben contar con una infraestructura necesaria para que sean insonorizados, que cuenten con cielorrasos realizados en los materiales adecuados, que el vidrio sea del grosor necesario para que el ruido se quede dentro del establecimiento y que no se emita hacia afuera, donde además no debe haber gente jugando dominó o billar, para que no se sienta el ruido y no afecte a los vecinos, ahí hay componentes que son competencia de varias autoridades”,  explicó Escolar Vega, director de la CRA.

 

Así mismo, las áreas de hospitales, colegios y universidades, tienen sus niveles establecidos en la norma para las emisiones, en la Resolución 0627 de 2006; hay ruidos que se pueden emitir en establecimientos comerciales, en zonas especiales, industriales, los cuales deben contar con sus permisos bajo las condiciones que establece la norma.

 

El grupo CRIA ha manifestado que los municipios del área metropolitana de Barranquilla son los que mayores problemas de ruido están generando. Soledad, es que presenta mayor número de quejas de este tipo. Le siguen Galapa, Baranoa, Puerto Colombia, Campo de la Cruz y últimamente se están presentando muchas quejas también desde Repelón.

 

Durante todos los fines de semana, en horarios diurnos y nocturnos, técnicos de la Corporación, intensifican los operativos en los cuales realiza mediciones sobre el nivel de emisiones sonoras que se realizan en algunos puntos del departamento. Estos operativos  se hacen con dos sonómetros,  en dos fases, una desde fuentes móviles, que son los equipos que llevan los automóviles o fijas, que son los que se encuentran en los establecimientos, por ejemplo los llamados Pickups, velando porque se cumpla lo establecido en el Decreto 1076 de 2015 y la resolución 0627 que establece los estándares permitidos.

 

Según la coordinadora del grupo CRIA de la autoridad ambiental, Claudia Urbano “las pruebas tienen dos componentes; una con fuente y otra sin fuente, es decir, una con el equipo de sonido encendido y otra apagado, con el fin de medir el ruido residual,  ya que también en el medio ambiente se nota lo que habla la gente o el sonido de los carros. Todos esos componentes son medidos a través de la prueba de sonometría, que dura aproximadamente dos horas”,  dijo.

 

Para mejorar los operativos explica “Estamos gestionando unas pantallas contra vientos para que las pruebas puedan ser hechas en cualquier momento, debido a que en algunas ocasiones no pueden llevarse a cabo por los fuertes vientos y la sensibilidad de los equipos. Sin embargo,  estamos atendiendo a las solicitudes que vienen  hechas primero por los juzgados, que son unas pruebas tutelares y unas pruebas que hay que presentar y no sólo en los municipios que son la competencia de nosotros sino también para Barranquilla, en algunos establecimientos”.

 

En lo que va corrido del año, la CRA ha realizado 20 operativos de medición de control de ruido en varios establecimientos comerciales del departamento y para los próximos meses hay un plan para intensificarlos.

 

 

Para el director de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, Alberto Escolar Vega, es importante señalar que en Colombia no existe ningún espacio o zona de tolerancia al ruido. “Tampoco es excusa la cultura o idiosincrasia, todo debe estar sujeto a la norma y debe cumplir con lo establecido en ella”, precisó

 

 

Según Claudia Urbano, del grupo CRIA, “en ese sentido tenemos que colaborar todos y actuar conjuntamente, porque cuando se utiliza un equipo y se está emitiendo ruido, se generan problemas para el medio ambiente, afectación a la fauna y además de problemas de convivencia que son competencia del municipio, quien tiene que ejercer su autoridad en cuanto a los permisos, autorizaciones, porque cualquiera no está autorizado de todos los días o todos los sábados poner un equipo de sonido. La Policía tiene que verificar que el señor cuente con el permiso para la fiesta y sino debe actuar según su competencia”.

 

El ruido a 1.5 metros de la fachada de un establecimiento, no se debe de sentir. Los municipios deben velar por el cumplimiento de la Ley 232, en su artículo segundo, no solo con respecto al uso del suelo, sino también a la intensidad auditiva que emiten los equipos de un establecimiento, horario, ubicación y destinación expedida por la autoridad competente del respectivo municipio; y en eso se han encontrado algunas falencias, ya que aunque los establecimientos, en su mayoría, están abiertos, no hay quien les preste el servicio de sonometría, razón por la cual la CRA viene haciendo el acompañamiento para que los municipios velen para que los establecimientos cuenten con la certificación adecuada.

 

La Corporación Autónoma Regional del Atlántico, hace un llamado a los entes territoriales de cada municipio para que asistan a los talleres que se vienen adelantando sobre emisión de ruido; la poca asistencia en las capacitaciones no permite la adecuada comprensión y socialización del tema, lo que ha llevado a que la autoridad ambiental se desplace hacia los municipios, con el fin de brindarles acompañamiento y capacitarlos en la temática.

 

Eliecer Guette, Presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Salamanca en Soledad, expresa su gran preocupación porque constantemente los vecinos llegan a solicitar su apoyo con el fin de que se hagan las denuncias pertinentes por la falta de tranquilidad en el sector, debido a las altas emisiones sonoras y violación del espacio público de un billar que afecta los vecinos.

 

“Todos los fines de semana llamamos hasta 10 veces en la noche a la Policía y lo único que dicen es que el establecimiento tiene permiso. No podemos dormir y esto es preocupante porque otorgan unos permisos pero antes no se verifica que realmente el sitio tenga las condiciones para no afectar a los vecinos del sector, privilegiando a un particular sobre toda una comunidad”, expresó.