En respuesta al peligro inminente que representa la presencia del caracol gigante africano en el departamento, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico –CRA, capacitó a 150 funcionarios de la Secretaria de Salud Departamental, en cuando al manejo y disposición final del caracol africano, con el fin de educar y que sean transmisores de la información en cada rincón del departamento ante la proliferación de este molusco, además de atender de manera adecuada la situación.

 

Durante las últimas semanas, la CRA viene haciendo operativos en diferentes zonas del departamento, en las cuales se ha reportado la presencia del molusco, advirtiendo a la comunidad sobre su incremento en el departamento, donde ya se han atendido sectores, encontrándose a la fecha unos cien individuos, específicamente en los municipios de Soledad, Baranoa, Polonuevo y la zona residencial de Villa Campestre en Puerto Colombia.

 

En el caso de Villa Campestre, la entidad ha realizado  varios operativos durante la última semana, realizando también una jornada limpieza y capacitación a propietarios sobre la forma correcta en que se debe manipular y erradicar la presencia del molusco en sus viviendas.

 

El caracol africano es considerado como una de las 100 especies exóticas invasoras más destructivas y dañinas del mundo, que devora jardines, cultivos y todo lo que encuentre a su paso, debido a sus características fisiológicas y morfológicas que le confieren resistencia para sobrevivir en cualquier ambiente y a alimentarse casi de cualquier cosa, especialmente de materia fecal, animales en descomposición y basura.

 

“Es importante que la comunidad sepa y entienda que el contacto con la baba de este molusco es de alta peligrosidad, pues es la que contiene el parásito. Puede generar problemas intestinales, meningitis, inflamación de tejidos, diarrea, fiebre, y hasta la muerte. Es indispensable que nos mantengamos alejados y evitar cualquier manipulación sin protección y sin los cuidados y recomendaciones necesarias para su erradicación”, aseguró el director de la CRA, Alberto Escolar Vega.

 

·         Evitar el contacto con la baba del caracol, especialmente con ojos, nariz, boca y heridas.

·         Lavar con agua potable las frutas y verduras que hayan estado en contacto con el caracol.

·         Eliminar basuras, escombros o restos de madera del jardín que pueda ser utilizado como refugio para el caracol.

·         Capturar los caracoles cuando sea necesaria su manipulación, sin tocarlos directamente con las manos, utilizar guantes. Colocarlos en recipientes o bolsas bien cerradas para su posterior disposición final.

·         Enseñar a los niños a reconocer los caracoles y sus peligros.

·         No trasladar caracoles hacia otras zonas.

·         Tener precaución al trasladar plantas u otros elementos del hogar para evitar la dispersión del caracol y sus huevos.

·         No consumir el caracol gigante africano.

 

·         Lavar bien la zona que tuvo contacto con el molusco con jabón antibacterial y abundante alcohol.

 

·         Recolectar los caracoles utilizando guantes de protección, los cuales deben ser desechados después de la manipulación.

·         Colocar las especies en una bolsa o tanque plástico.

·         Agregarles sal o cal industrial hasta cubrir y tapar. Dejar actuar de dos a tres horas.

·         Cavar un hueco en la tierra que esté alejado de las fuentes hídricas.

·         Adicionar los caracoles con una capa de cal o sal, una capa de caracol, una capa de tierra y repetir la secuencia hasta llegar a la superficie.

·         Aprisionar bien el sitio y marcar para identificar el área y hacerle seguimiento.